El marcaje territorial en el corzo

Trabajo realizado en los sotos de Cantalobos (río Ebro) y El vado (río Gállego) a las afueras de Zaragoza capital

El marcaje del territorio es muy importante en todas las especies de mamíferos con diferentes fines, sea marcar la propiedad de ese territorio o la presencia del autor en el. 

Defender un territorio tiene varios motivos, dos principales: el acceso a una buena fuente de alimentación y a las hembras.

En general los machos son más territorialistas que las hembras y sus mensajes tienen dos destinatarios: otros machos, potencialmente rivales, y las hembras.

Hay muchas formas de marcar el territorio, en el caso del corzo la principal son las marcas que deja en los árboles y, en menor medida, las escarbaduras. Sin duda no son las únicas, pero sí las que nosotros podemos ver.

Nuestro pequeño "duende del bosque", apelativo que no le hace honor ya que si le preguntáramos a los árboles dirían que es un psicópata arboricida y no es para menos viendo lo que hace, utiliza masivamente las marcas en los árboles para marcar su territorio. 

Estas marcas, a parte de abundantes, son variadas y, con toda seguridad, cada una es un mensaje distinto, un lenguaje que no es fácil traducir, pero poco a poco lo iremos descifrando.

Llegado el otoño nuestro amigo pierde la cuerna, al igual que el resto de cérvidos, para seguidamente comenzarle a crecer otra nueva que va envuelta en una funda de "terciopelo".


Una vez la cuerna anual ha llegado a su tamaño definitivo, cada año es más grande hasta una determinada edad en la que comienza a decaer, este terciopelo, correaje es su nombre, se seca y hay que quitarlo comenzando una intensa época para utilizar esta herramienta, la cuerna, para marcar su territorio, y no se anda con bromas.

No hay un patrón de cuerna, cada uno tiene una distinta y son muy, muy variadas, por lo que se les puede individualizar, además de por el escudo anal, distinto en cada corzo, y por el pelaje de la piel o manchas en la cara. 

En invierno lucen unas llamativas manchas claras en el cuello por las que también se les puede reconocer individualmente.

El escudo anal es un detalle individual que nos permite reconocer a cada ejemplar, su tamaño y color son muy variables. Se suele creer que es blanco, pero esto solo es cierto a medias, en primavera verano tienen al color crema, pero llegado el invierno se vuelve blanco.



El tamaño de la cuerna, su simetría y su buena conformación, en general, nos dice mucho de la salud y la calidad del macho que la porta.




Y llegados a la época previa al celo en la que hay que dejar bien claro quien es el señor del territorio para los otros machos y quien es macho más interesante para las hembras, comienza una maratón de marcaje inagotable.

Soto de Cantalobos, Zaragoza capital

Estas marcas son muy variadas y reconocibles, casi siempre.
Unas veces son sutiles. 




Otras se lo toman más en serio y los descortezan, en ocasiones dejando severos daños.


En otras ocasiones deja marcas grandes y evidentes pero sin llegar a descortezar, son los "Raspados".


Pero nuestro amigo no tiene suficiente nunca y deja otras muchas que nos pasan desapercibidas.


Estas marcas en ramas bajas o altas pasan desapercibidas si no vemos marcas en el suelo que nos indiquen que ahí hay algo.
Pero hay unas muchísimos más sutiles que de no estar acompañadas de una escarbadura, de abundantes pelos o alguna leve marca de la cuerna en el árbol son muy difíciles de localizar, son los "Frotaos".



















Aunque no sea muy usual podemos ver en el mismo árbol las marcas del corzo y el rascadero del jabalí.
Arriba corzo, abajo jabalí

Estas marcas en los árboles, bueno más bien arbolillos porque en la inmensa mayoría de los casos apenas tienen entre 1 y 3 centímetros de grosor, en ocasiones las acompaña de escarbaduras, dejando dos mensajes, uno en el árbol y otro en el suelo. 


Ambos están acompañados no solo de la marca física, "Marca visual", también de una "Química", pues entre las cuernas y en las patas tienen glándulas que segregan olor, una especie de tarjeta de presentación del ejemplar.
Hembra oliendo la marca de un macho

En algunos casos las escarbaduras  están asociadas a plantas herbáceas y en esta zona el hinojo parece gustarle mucho.

En otras ocasiones las escarbaduras no están asociadas a ningún árbol o planta herbácea.


El grosor es en milímetros, la altura máxima y mínima es en centímetros. El tipo 1 son marcas sutiles, el 2 marcas bastante evidentes, más o menos grandes pero sin descortezados, la 3 son descortezados o raspados grandes
Se ve claramente en la ubicación de las marcas que hay una diferencia entre los distintos tipos, la 1 asociada en un 50% a las sendas y la 3 apenas

Y no deja, precisamente, pocas marcas, de aquí lo de "Psicópata arboricida", 513 marcas en en el soto de Cantalobos (33 hectáreas), 15,5 x ha y 715 en El vado (25 has), 28,6 x ha. Casi el doble en El vado que en Cantalobos, la explicación seguramente es que en esta último hay amplias extensiones casi impracticables por la enorme cantidad de árboles y ramas muertos, muchos dejados por las crecidas del Ebro, cosa que no pasa en el Gállego.
Cantalobos
El vado

En realidad mata, de la marca para arriba, un pequeño porcentaje de árboles, 4,7% en Cantalobos y 18,2 en El vado, una diferencia más entre ambas zonas.

Marca en prácticamente todas las especies pero tiene predilección por algunas: laurel, fresno alóctono, morera, olivo y ciruelo son las preferidas y taray, chopo y majuelo las menos. Aunque, de nuevo, hay algunas diferencias entre ambos sotos.

La primera marca del año se localizó el 4 de marzo.

En un porcentaje importante, 13,5 en Cantalobos y 10,8 en El vado las marcas las ha realizado sobre marcas del año anterior.
Marca vieja a la izquierda y del año a la derecha


A finales de agosto parece que ya les ha pasado el estrés del celo y se muestran más tranquilos con otros machos, cosa que en pleo celo es impensable.
Dos machos adultos "jugando" porque esto no va en serio, además se han hecho varios vídeos y fotos juntos. 26 de agosto 2023
 
El corzo es una especie muy diurna.

Número de veces que han caído en las cámaras trampa o han sido vistos

 Y no nos tienen mucho miedo además de ser unos expertos del camuflaje. Viendo las horas en las que se mueven resulta increíble, pues en el soto de Cantalobos se mueve muchísima gente, perros y bicicletas y casi nadie los ve, yo después de muchas horas realizando este trabajo apenas los he visto, por un lado pueden optar por irse cuando te detectan tranquilamente y sin hacer ruido, con suerte les ves el culo, en otras ocasiones prefieren quedarse quietos y aunque los tengas delante no los ves, se confunden totalmente con el entorno.

El corzo es un regalo de nuestra naturaleza, una animal para disfrutarlo y lo tenemos a las puertas de nuestra casa.

Este trabajo está siendo apasionante, el corzo a las puertas de mi casa ha sido uno de los grandes regalos de la vida, pero todavía me queda mucho que descubrir hasta octubre cuando deje de marcar y comience a descubrir los detalles de su marcaje territorial.

Si quieres conocer mejor a este precioso, fantástico y maravilloso psicópata arboricida:

El corzo en los sotos ribereños:

El corzo, un fantasma:

El corzo ibérico:

 Y mucho más sobre nuestra naturaleza en:

Pero sobre todo un fantástico libro de Patricio Mateos-Quesada:
Biología y comportamiento del corzo ibérico, será una de las mejores compras de vuestra vida.

Y muchos más blogs en la web de Muskari


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